domingo, 14 de enero de 2024

RAZONES PARA ESCRIBIR EN UN BLOG

RAZONES PARA ESCRIBIR-BLOG DE PABLO MESA

Hace días me encontraba hablando con un joven músico, de esos que se encuentra transitando a plenitud por la mocedad. Era una conversación fluida, y como mi nivel de ignorancia musical no me permite distinguir entre un Do y un Fa, debido a que me era imposible debatir, yo solo tenía derecho a escuchar, por tanto, no tuve más alternativa que dedicarme a aprender.

Aprender implica bajar el ego, pero como este es rebelde, pendenciero y no se puede quedar atrás; le conté a este adulto en potencia que, yo escribía un blog. Él no me permitió entrar en detalles, pues interrumpiéndome, lo único que atinó a decir fue: “¡¿Un blog?! ¿No es mejor hacer videos de TikTok, que son más virales?”.

En un análisis posterior, me preguntaba: ¿Cuáles eran mis verdaderas motivaciones para escribir un blog? Más aún, cuando la lectura, consecuencia directa de la escritura, se encuentra en crisis, compitiendo con otras actividades lúdicas y más virales, por la atención de los lectores. Escribir; o por lo menos intentarlo, hoy día, parecería una actividad ligeramente estéril.

(Ver también: MAGNICIDIO COLOMBIA)

Teniendo la pregunta correcta, las respuestas llegan solas; por tanto, quiero contarles las razones para publicar mis opiniones en este blog. Yo escribo aquí porque es lo más parecido a una columna de opinión de un diario, y aunque no existe la obligación de hacerlo semanalmente, si lo hago con regularidad, iré adquiriendo la velocidad y la agilidad mental que se necesita para la escritura.

(Ver también: LA ESTRATEGICA DEL BAMBÚ: 30 AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA)

Escribo aquí, porque es una válvula de escape en la que puedo decir sin censura; por lo menos en teoría, lo que de verdad pienso. Eso me autoriza a opinar de política, de economía, de infraestructura, de filosofía, de literatura y de la vida misma, logrando escribir de muchos tópicos y desde muchos puntos de vista.

(Ver también: ESCATOLOGÍA DE LA PESTE)

Escribo para entender las situaciones, pues al poner las ideas entrópicas de mi cerebro en papel, puedo debatirlas, aclararlas, justificarlas, destruirlas. Eso me permite formarme un criterio de los principales asuntos de interés nacional, llevando mi conocimiento a otro nivel, y en un ambiente de análisis y crítica constructiva, puedo darle al lector; no importa si es real o imaginario, un punto de vista adicional al que ya tiene.

Escribo para divertirme, pues también es una forma de hacer ocio, pasar el rato y disfrutar con la transformación de los pensamientos al texto. Es como jugar tetris con palabras, para formar oraciones. Mover esta “L”, rellenar este vacío, sufrir porque el texto se llena sin decir nada, hasta que, por fin, se elimina la línea que estorba y queda un argumento decente.

(Ver también: EL HIJO DE CAÍN)

Escribo en este blog para recordar y que me recuerden. La memoria es limitada, y escribir sobre los recuerdos es vivir dos veces. No sé cuándo partiré de este mundo, pero lo que escriba aquí, podrá ser leído por otros para quienes seré un recuerdo; me convertiré en sempiterno, será una forma de resurrección cuando el cuerpo no me acompañe.

Al escribir siempre busco la mayor rigurosidad posible, aunque hago la salvedad de que no soy literato. Mi único propósito es no aburrirlos, por tanto, este espacio es escrito por un novicio de la vida, un hombre algo ingenioso, un aprendiz de economista, un filósofo aficionado, un lector en rehabilitación, un profe universitario y un bloguero.

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