INTELIGENCIA ARTIFICIAL

El 2023 fue el año en que la Inteligencia Artificial (IA) estuvo al alcance de la sociedad civil, la observamos, la aprendimos a utilizar, comparamos su efectividad, analizamos sus pro y contras, nos acercamos a ella. Pero el 2024 será el año de la diseminación y masificación de esta tecnología en todos los sectores. Sin embargo, al observar sus alcances, no puedo dejar de pensar en la posibilidad de que la IA pueda destruir la raza humana; tal como lo plantea la película El Exterminador dirigida por James Cameron, en la que un ciborg inteligente busca acabar con la raza humana, dejando al mundo bajo el dominio de las máquinas.

No es absurdo imaginar que la IA y las computadoras sobre las que opera, puedan desarrollar algún tipo de consciencia y ser utilizada como un medio para acabar con la humanidad, tal como lo pueden hacer las armas nucleares. Debo reconocer que esta narrativa distópica, podría distraernos de los problemas e impactos que puede tener esta tecnología en la sociedad en los ámbitos económico, político y educativo.

En el ámbito económico, el trabajo será uno de los primeros sectores en ser impactados por estas tecnologías. Con la IA se pueden automatizar tareas laborales que permiten un ahorro de tiempo del 34.5%, esto significa que, cerca de tres horas de una jornada laboral se estaría liberando para ser empleadas en otras actividades. Esto suena bien, cuando se considera la IA como un complemento del trabajo humano, pero en los casos donde éstas son un reemplazo de los trabajadores, la sociedad tendría una amplia masa de obreros que saldrían del mercado laboral, con todo lo que eso implica, no solo a nivel salarial y de consumo, sino también, en los aportes al sistema de seguridad social.

(Ver también: EL DECEPCIONANTE SIGLO XXI)

Hoy no vemos lo que queremos, vemos lo que los algoritmos quieren mostrarnos, y esto lo saben bien los diferentes candidatos en las distintas naciones del globo, a tal punto que, en el ámbito político, las redes sociales como Facebook y X han sido fundamentales en las elecciones de los últimos años. Ahora bien: ¿Ustedes se imaginan el impacto que podría tener la IA sobre la opinión de los votantes en las elecciones futuras?

(Ver también: DEL BIG BROTHER AL BIG DATA)

El temor de muchos expertos es que, con inteligencia artificial, sin importar el país o partido político, se puede producir cantidades sin precedentes de información falsa en las próximas elecciones. Estamos entrando en una era en la que rivales políticos pueden utilizar estos bots para generar información irreal, y así, modificar la opinión ciudadana en favor de algún candidato. 

Adicionalmente, esa posibilidad de tergiversar la información nos llevaría a plantearnos un dilema filosófico más profundo acerca de lo que es real o no; estaríamos redefiniendo el concepto de verdad, y ya no podríamos defender nuestra verdad u opinión con las frases: “Yo lo vi”, “yo lo escuché”. Perderíamos nuestra capacidad de testificar.

El sector educativo todavía está reluctante frente al uso de la IA y su impacto sobre la propiedad intelectual de la producción académica. Y lo cierto es que, aún, no estamos preparados para adaptar, tan rápidamente, nuestros planes educativos a los requisitos de la inteligencia artificial. Pero es innegable que la discusión, de permitir o no el uso de la IA en la educación, se deberá afrontar con rapidez, porque de no hacerlo, todo el sistema educativo entraría en fase de obsolescencia; pues está demostrado que la IA también es una herramienta útil para la planeación didáctica y la evaluación de contenidos por parte de los maestros.

Sin dudas, esta tecnología disruptiva produce una mezcla de asombro y preocupación, pues está transformando e impactando nuestro sistema social. Solo espero que los organismos multilaterales regulen esta tecnología, para que los temores y/o riesgos que produce no se materialicen, y que, a la vuelta de unos años, no me encuentre de frente con un humanoide apuntándome con un láser y diciéndome con su voz gutural: “¡Hasta la vista, baby!”..

P.D: La imagen de esta publicación fue hecha con la ayuda de inteligencia artificial: ¡¿Irónico no?!

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