En la escuela nos enseñan a “leer”, entendiendo este concepto como el acto de juntar letras conformando palabras, sin importar mucho la calidad de la comprensión lectora. Este hecho, aunque es una mínima ganancia y nos saca de las estadísticas del analfabetismo, no es suficiente para saber leer.
Leer es un acto de altísima complejidad y su aprendizaje compromete todas las facultades mentales de una persona. Es una actividad de mucha exigencia intelectual y el sistema educativo no ha podido; por lo menos en Colombia, crear con calidad el hábito lector desde las primeras etapas de la educación primaria.