Mientras Rusia y Estados Unidos se muestran los dientes por una posible invasión a Ucrania por parte del Kremlin y los estados que pertenecen a la OTAN, envían mensaje dicotómicos, en los que por un lado advierten al gobierno ruso de las consecuencias que tendría que pagar si decide llevar a cabo su plan militar en el país eslavo, por otro lado, le dicen: “Tranquilo, todo bien, esto no es para tanto, no hay necesidad de pelear”; en el ámbito local, la cosa política está para alquilar palco con todo incluido.